Pascua de adultos
Durante la Semana Santa de 2020 hicimos una Pascua para adultos de Acción Católica de forma online debido al confinamiento por el COVID-19. Esta Pascua fue para aquellos que quisieron vivir de una manera diferente la Semana Santa.
Hubo Laudes y meditación todas las mañanas con nuestro viceconsiliario don Fernando Rivero para, de este modo, empezar a vivr la Gracia de cada día. También hubo charlas y actividades durante el resto de días.
Hemos recogido algunos testimonios de la experiencia:
TESTIMONIO DE SAMUEL FERNÁNDEZ (Yepes)
“El Maestro dice: Mi momento está cerca, deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos”. Esta frase ha resonado durante la Semana Grande de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor de este 2020. Ha resonado, no solo en la lectura de la Pasión del Domingo de Ramos, si no en todos y cada uno de nuestros hogares, que debido a la situación de pandemia que estamos viviendo, hemos abierto en cada casa una Iglesia doméstica para celebrar la Pascua con Jesús.
Para nosotros desde nuestro humilde hogar en Yepes, siendo tanto mi mujer Irene, como yo militantes de Acción Católica, hemos querido vivir esta Semana Santa de la mejor manera posible y esa mejor manera es simplemente haciendo el centro de nuestro hogar a Jesús. Desde la parroquia hemos ido siguiendo algunas de las celebraciones, pero a la vez nos hemos unido a nuestros hermanos militantes de Acción Católica de nuestra diócesis en multitud de momentos, en las laudes, que nos ayudaban a rezar en comunidad, y comenzar los días santos en presencia del Señor, o las charlas de las tardes con nuestro Viceconsiliario, que nos han ayudado a profundizar no solo en el sentido de las celebraciones que íbamos a vivir en la intimidad de nuestro hogar pero unidos por la comunión de los santos a todos nuestros hermanos y hermanas. También hemos aprovechado algunos momentos para disfrutar con los jóvenes que se han volcado en realizar una gran Pascua, así nos unimos también a la Hora Santa o a los turnos de vela que nuestro Consiliario propuso.
La gran alegría de esta Semana Santa es que hemos visto como a pesar del confinamiento, es escuchar en la Solemne Vigilia Pascual, el anuncio gozoso de Cristo Resucitado, que este año ha resonado aún más fuerte en mi corazón, sobretodo la despedida, que año tras año es algo que vivo expectante, cuando el sacerdote dice: Podéis ir en paz, aleluya, aleluya y por fin nosotros podemos responder: Demos gracias a Dios. Aleluya, Aleluya.
Pero también sabemos que esto no se queda en estos días en los que hemos compartido mayor intimidad en familia, aunque a veces con dos niños pequeños costaba, nos alegra que desde Acción Católica se nos siga brindando la oportunidad de compartir la alegría de la Resurrección y de nuestra fe, que se fortalece dándola y compartiéndola con nuestros hermanos, que en estos momentos movamos los corazones a ser creativos en la ayuda de los más necesitados a través de mil formas de voluntariado y solidaridad, sin olvidar que siempre: “El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”.
Samuel Fernández Vázquez.
Militante de Acción Católica General de Toledo
Parroquia San Benito Abad – Yepes
TESTIMONIO DE MARÍA BLANCA GARCÍA-OCHOA MARÍN, (Sonseca)
Dios siempre habla a través de los acontecimientos. Nada de lo que ocurre es fruto de la CASUALIDAD, que no existe. Por el contrario todo, absolutamente todo, está previsto por Dios con un fin y es debido a una CASUALIDAD, es decir, tiene una causa. Esto nos debe hacer pensar.
Cada persona interpreta los acontecimientos de muy diversas formas; unos
piensan. ¿Cómo un Dios al que decimos “Bueno” puede permitir que mueran tantas personas? Y le culpan a El de las desgracias. Otros razonan que todo cuanto nos sucede nos lo tenemos merecido como castigo al olvido de Dios y a los gravísimos pecados que últimamente el mundo ha cometido, sacrilegios, violaciones, injusticias, crímenes horrendos en el seno de las familias… y por lo tanto que la culpa es nuestra.
Para quien por la fe, creemos en un Dios misericordioso dispuesto siempre al perdón porque conoce nuestra pequeñez y nuestra nada, nuestra opinión es otra. ¿Qué nos quiere decir Dios decir con esta Pandemia? Que rectifiquemos, que volvamos al buen camino, que el tiempo apremia, que correspondamos al amor infinito que Él nos tiene, que la hora del juicio se aproxima. Siempre me ha dado que pensar las estrofas del salmo 80 que dicen:
“Pero mi pueblo no escuchó mi voz, mi pueblo no quiso obedecer, los entregué a su corazón obstinado para que anduviesen según sus antojos”
Volvámonos a Dios y recordémosle que no nos abandone, aunque le hayamos dado la espalda, que Él nos ha prometido: “YO ESTARÉ CON VOSOTROS HASTA EL FIN DEL MUNDO”. Entreguémosle nuestra miseria, para que el la queme en el volcán de su infinita Misericordia.
En otro orden de cosas, sabemos por un adagio popular que “Dios perdona siempre, el hombre a veces, pero la naturaleza, jamás” y la historia nos cuenta que cada cierto tiempo ocurren catástrofes, plagas, epidemias… que merman la población. A la naturaleza también la hemos agredido, no hemos cuidado debidamente de la casa común que nos dice el Papa Francisco y ella a su vez se defiende.
¿Cómo he vivido yo la Semana Santa? Pues con mucha paz y mucho fervor. Al encontrarme sola en casa, y gracias a la televisión he participado en todos los actos litúrgicos, las charlas cuaresmales de nuestro Arzobispo, los Oficios desde el Vaticano, el vía crucis de Roma, la solemne Vigilia Pascual del Papa, las misas de los días siguientes con las apariciones del Resucitado… lo he interiorizado mucho más que otros años, me parecía que estaba haciendo unos Ejercicios Espirituales de mes.
El teléfono que no cesaba de sonar, me ha dado la oportunidad de poder compartir con otras personas al consuelo, la alegría y el gozo que el Señor me daba a mí.
Gracias sean dadas a Dios y FELICES PASCUAS DE RESURRECIÓN.
María Blanca García-Ochoa Marín.
Militante de Acción Católica General de Toledo
Sonseca